La ansiedad suele presentarse con excesiva sudoración, taquicardia, falta de aire o incluso llevarnos a hiperventilar por un inadecuado manejo de la respiración, también puede ocasionar molestias a nivel digestivo.  Aunque cada persona es un mundo diferente y vive la ansiedad de modo diferente se ha vuelto muy común el como suele afrontarse hoy por hoy este tipo de situaciones.

El consumo de ansiolíticos, aunque calman gracias a su efecto de relajación muscular e inducción al sueño pueden terminar creando una dependencia tan crítica como las sustancias psicoactivas o el alcohol, alternativa que muchos jóvenes escogen de manera errónea, sin ser consientes que a mediano plazo serán más las consecuencias negativas que la ayuda que esto pueda darles.

Aislarse o huir de las situaciones que provocan la ansiedad, tampoco son la solución, esto simplemente lleva a tapar una situación que no se sabe afrontar y que nunca se aprenderá a sobrellevar si no se busca la manera de confrontarla y manejarla adecuadamente.

Si se mira desde la parte clínica se hace un poco mas complicado su manejo, ya que el sistema de salud no brinda citas oportunas ni muy frecuentes y un gran porcentaje de personas no cuentan con los medios para pagar por la ayuda profesional.

La persona que logra afrontar sus miedos ya sea por su cuenta o con ayuda profesional tiene la posibilidad de reconocer de manera mas apropiada cuando esté llegando ese momento de ansiedad y sabrá manejarlo de manera mas adecuada para su bienestar. Hoy por hoy encontramos diversas alternativas para trabajar la ansiedad y aprender a manejarla, ejercicio, yoga, tejer, psicoterapia, entre muchas otras. Y aunque algunas personas no estén de acuerdo con el modo en que cada uno busca su manera de llevar y manejar sus miedos, todas las alternativas