Desde hace más de 30 años se habla de ambiente, desarrollo sostenible, cambio climático, entre otros conceptos que han tenido gran relevancia en cómo los seres humanos han cambiado sus modos de vida.
Sin embargo, estos cambios no han tenido las repercusiones necesarias sobre el mundo natural; y evidencia de esto es la pandemia a la que hoy se enfrenta la humanidad; e incluso que hoy un fenómeno natural que ocurre frecuentemente como el traslado del polvo del Sahara sea una preocupación, y es que la actuación que se ha ejercido sobre los ecosistemas los ha debilitado a tal punto que no responden de forma óptima a este tipo de eventos.
Por tanto, es necesario replantearnos la forma en la que cuidamos y protegemos el ambiente; y es que la cuestión está en cómo a lo largo de los años lo hemos ejercido; iniciando con la consigna de que él que contamina paga, pasando por los términos de compensación, reforestación, pagos por servicios ambientales, y lo que nos concierne restauración ecológica.
Este concepto que ha venido evolucionando y que ha tomado gran importancia no ha permeado suficiente en la comunidad, en el ciudadano de a pie, quién confía que con el solo hecho de plantar especies nativas los bosques van a mejorar y con esto las dinámicas que implican; y lastimosamente, es una creencia que se corresponde con la meta de este gobierno de plantar 180 millones de árboles; la pregunta sería ¿qué es la restauración ecológica y en qué se diferencia de reforestar?, desde la academia se define como el proceso de asistir la recuperación de un ecosistema que ha sido degradado; y aquí entran en juego diferentes variables.
La primera es el carácter sistémico que tiene la naturaleza y todos sus componentes, es decir, todo está conectado, por ejemplo, cuando un ecosistema se ve afectado por un incendio, se presenta una degradación de las condiciones de este, en donde pueden desaparecer ciertas especies, lo que a su vez fomenta la aparición de especies invasoras, que pueden hacer que con el tiempo se pierdan más especies, se vuelvan recurrentes los incendios; y con todo esto se pierden servicios ecosistémicos de los cuales dependemos.
La segunda precisamente es la provisión de servicios ecosistémicos, los cuales dependen directamente del estado de los ecosistemas y sus funciones; entonces, al hablar de restauración, buscamos no solamente la recuperación de la cobertura vegetal, sino de los diferentes componentes de los ecosistemas, para que estos puedan regresar, en lo posible, a su estado original.
La tercera, es el concepto de biodiversidad, con el cual solemos pensar en las especies de animales y plantas; sin embargo, involucra los niveles jerárquicos desde los genes, las especies, las poblaciones, las comunidades, los ecosistemas, los paisajes y si se quiere los biomas. Este concepto se vuelve relevante porque es el que determina el estado del ecosistema y sobre el cual trabajamos desde la restauración.
Con esto, busco dar a conocer un poco más acerca de la restauración ecológica, y de por qué es importante que evaluemos este concepto y las implicaciones que puede tener a largo plazo las actuaciones que como especie apliquemos sobre el ambiente.